Manifiesto textual

​¿Cómo ha de ser el lugar llamado Escuela?
Ha de ser un espacio orgánico, vivo y palpitante en constante evolución.
Puede y tiene que asegurar los espacios de relación del  educando, posibilitando todos los lugares que aporten experiencias que le permitan poder establecer todas las relaciones y conexiones de las diversas informaciones que vayan surgiendo y asimilando.
Ha de ser como un "laboratorio"...donde cada persona pueda aprender, creando espacios de experimentación        (a nivel teórico-práctico). por eso es importante que todos los grupos sean de número reducido y qué todas las voces puedan ser escuchadas cómo merecen.
La Escuela no es el único lugar de aprendizaje, todos los espacios y personas son agentes educativos, donde somos todos, ya sea el vendedor de helados de delante de la Escuela, como el cocinero de ésta, o la cartera que viene en bicicleta a traer una carta.
La Escuela puede ser tanto el mágico bosque, el verano de la playa salada,  los diversos olores de las especias y alimentos de las paraditas del Mercado, o como los diversos escondites encontrados en la propia casa...produciéndose así, un escenario de aprendizaje perfecto,  en todas y cada una de las situaciones vividas por la persona.
Para qué sea un buen lugar para estar, aprender y crecer, ha de contar con personas,  que quieran estar compartiendo el proceso vital, de nuestros niños y niñas. Donde la relación entre ellos: compañeros y compañeras, padres y madres, no sea una relación de competencia, sino de aliados en la misma búsqueda de conocimiento.
La Escuela como institución no ha de tener los mayores detalles en diseño, o estructuración, pero es importante que sea amplio, con la posibilidad de tener mil rincones, para poder cada niño, niña y adulto tener su propio espacio e independencia, donde  cada uno lo  sienta propio, teniendo cabida así, todo tipo de culturas e ideologías.
Es importante, que el espacio este bien iluminado, y que las paredes, tengan colores vivos y  que puedan cambiarse para no cansar la mente. Además, es importante, que el espacio pueda disponer de un parte abierta al exterior, y incluso que pueda estar en contacto directo con la naturaleza y espacios verdes, para poder conectar con la parte más instintiva  y natural de la persona. Y es que, se busca un lugar abierto y no una jaula de represión ni contención.
Los materiales pedagógicos, no han de ser elementos destinados exclusivamente a la infancia  o  adolescencia, ya que todos los elementos y objetos de nuestro alrededor, permiten ver y observar la parte creativa y estimulante de cada ser,  despertando la curiosidad de aprender.
Los educadores y educadoras no han de dominar la materia en cuestión, tienen que poder ser capaces de dar herramientas necesarias para que el otro pueda responder a sus propias dudas, creando un buen clima en el "espacio de aprendizaje", para que estos se sientan cómodos y seguros.
Se ha de promover el debate y la reflexión, en la búsqueda de la propia opinión. Los educandos, tienen que tener un papel fundamental en la toma de  decisiones, en cuanto a lo que se les enseña, siendo ellos mismos, los que decidan al respecto, de su aprendizaje vital.

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¿Qué papel desempeña la persona qué acompaña?
Ha de ser una persona auténtica y sin máscaras, capaz de mirar dentro de sí, para poder conocerse, ya que será la única forma de conectar, con la persona que tiene delante, en toda su totalidad,  conectando con sus emociones y necesidades reales.
Ha de ser una persona humilde, tolerante y que respete en todo momento el ritmo del educando, donde las dificultades no se observan como obstáculos, sino como aciertos, para seguir caminando, acompañando al otro, cuando le falte el ritmo para continuar.
Ha de ser una persona que esté allí, que dé soporte y pueda comprender  las vivencias del día a día,  del educando, las cuales ha de saber apreciar, como si de grandes relatos se tratará.
La actitud con los educandos determinará todo el proceso de aprendizaje tanto a corto como a largo plazo. Ha de ser coherente y ético con lo que se dice y con la manera de actuar. Lo qué le permitirá ser una referencia para ellos y ellas. 
Hay que ser paciente, y observador, para poder utilizar las posibilidades, y las oportunidades, que nos permita resolver los conflictos de una manera sana, acompañando así, el mismo proceso.
Ha de ser una persona seductora, capaz de crear los espacios, y actividades que resulten interesantes y estimulantes, con tal de motivar el aprendizaje, tanto cooperativa como individualmente.
No ha de intentar que los educandos asimilen mucha información, sino que tiene que dar las herramientas necesarias, para qué éstos sepan dónde buscarlas, desarrollando toda una consciencia crítica que les permita posicionarse en la vida.
No interpretará lo qué realiza el otro, pero si ayudará a que encuentre el  significado a su propio proceso creativo de aprendizaje, animando a que se pueda compartir con el grupo, para crear espacio de confianza y de diálogo donde las diversas voces se pueden cruzar y enriquecer de forma recíproca y constante.
Respecto a cómo debe ser un Educador o educadora, es necesario que todos y todas seamos diferentes, con tal de poder mostrar distintos enfoques y miradas. Donde no haya una relación de jerarquía, sino una horizontal, transparente e igualitaria.
Se ha de sentir el deseo de educar y ser educado, por lo que el mismo aprendizaje se convierte en una tarea bidireccional para caminar y transformar el mundo.

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¿Cómo ha de vivir el aprendizaje la persona?
Los niños y niñas necesitan un espacio para (re)encontrarse y aprender de manera activa del entorno donde les acompañe un grupo de iguales y de adultos referentes en su proceso de aprendizaje. se enfrentan a un mundo grande y con constantes cambios, por lo qué necesitan ayuda, para comprender los retos e incógnitas que tengan que ir resolviendo.
Necesitan un lugar donde sentirse amados, valorados por ser quiénes son, y donde poder compartir y expresar sus experiencias y sensaciones.
Ellos y ellas quieren poder ser ellos mismos en todo momento, que no se sientan juzgados ni excluidos por sus singularidades, y no sean un impedimento con la relación con el otro sino que sea un enriquecimiento para todas las partes, donde se tenga en cuenta, todo su ser.
El educando necesita descubrir cosas por sí mismo, respetando su ritmo, dando espacio a los conflictos, para que puedan  por sí mismos adquirir las herramientas para poder resolverlos.
que puedan aprender más cosas con un nivel más exhaustivo y profundo, respecto a la significación de los contenidos, asumiendo como propio el mismo conocimiento, viviéndolo en primera persona,  con tal de poder repensarlo y poder crear nuevas posibilidades y miradas.
Lo que realmente es  básico, es poder saber lo qué piensa las propias personas, escuchando sus voces y mirándolas a los ojos,  para saber de qué manera quieren ser educados y cómo ellos quieren educar y en qué lugar de su realidad diaria surgirá la magia del proceso educativo

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Arte y Educación
Muchos autores han sido y son significativos a día de hoy, y han incentivado esta actitud transformadora en muchas personas que ya está teniendo lugar en diversos lugares del planeta.
Una educación alternativa es perfectamente viable y sostenible, pero para eso, lo único que hace falta, es que haya gente dispuesta a asumir y hacer frente, a los cambios vertiginosos, que actualmente se están dando. la movilización es cosa de un instante, y es viablemente posible.

El Arte nos ha acompañando des de el inicio de nuestros días, mucho antes  del estallar en mil pedazos del Big bang...ya que la creatividad es inherente al ser humano, por lo que una vida sin Arte no podría existir, ya que el Arte es una necesidad humana, una expresión del cuerpo, del corazón y del alma. Sin Arte nuestras miradas perderían su luz, nuestras mentes quedarían "maniatadas" y la magia se extinguiría... No sabríamos que hacer con todos los pensamientos e ideas que danzan por nuestra cabeza, las cuales nos hacen sonreír, vivir y sufrir. 
La creatividad artística no es una cuestión única de la infancia sino que nos acompaña durante toda la vida, ya que es un proceso de aprendizaje continuo.
Contemplar el Arte en Educación es tener la capacidad de ir más allá, de poder mirar mucho más lejos, hasta el infinito que no se alcanza ver, y permitir a los pensamientos y a las ideas divagar y bailar con el ritmo inagotable de las olas de la creación, y alcanzar el devenir de  la transformación pura.
eL ARTE, es un tipo de lenguaje ,que nos permite alcanzar una COMPRENSIÓN de nosotros mismos, en relación directa con la tierra y con todos los seres
Hemos de ser conscientes, de que no existe una hoja de ruta que nos guíe hacia una sociedad mejor, ni tampoco existe un mala para ser un gran educador o educadora, pero lo que si podemos ser capaces de hacer, es dar forma a nuestro proceso imaginativo, explorando más allá, y jugando con la posibilidad de indagar acerca de lo qué nos gustaría hacer y de qué forma.

cada uno ha de buscar su propia manera, donde se sienta más cómodo para desarrollar este gran encargo social que es la Educación.
En definitiva, desarrollando así, pedagogías transformadoras y buscando alternativas, donde el Arte y la Educación estén interconectadas, teniendo el espacio y el tiempo necesario para poder apreciarlo y vivirlo.
con EL FIN de crear una civilización, que pueda ir más allá de la cultura del silencio, y del consumo en la que estamos inmersos, y qué pueda encararse con otras miradas sustentadas por las energías diversas, la vitalidad del juego y la intención de transformar, haciendo posible que nuestros niñ@s y adolescentes puedan dotar al mundo de un significado y un significante  con una mirada más humana y crítica, estableciendo conexiones mediante la experiencia, adquiriendo la consciencia del descubrimiento; Y conociendo todas y cada una de las múltiples miradas del Universo.

Escrito por Yara Ruiz Osorio